Menorca es pequeña pero poderosa en términos de contrastes, versatilidad y vibración. La isla cambia de forma cada 15 minutos de trayecto debido a su variedad geológica.
Contamos con localizaciones increíbles: palacios, fortalezas, playas paradisíacas o salvajes como el infierno, cuevas, acantilados, faros y mucho terreno virgen con un horizonte limpio y camaleónico.